Cómo son probados los vehículos
El consumo de gasolina se mide bajo condiciones controladas en el
laboratorio usando pruebas estandarizadas especificadas por la ley federal.
Los fabricantes hacen pruebas a sus propios vehículos —usualmente a
los prototipos antes de la producción— y reportan los
resultados a la EPA. La EPA revisa los resultados y confirma el 15 al
20 por ciento de ellas a través de sus propias pruebas en el
Laboratorio Nacional de
Vehículos y Emisiones de Combustibles.
Estimando las MPG en pruebas de laboratorio
En el laboratorio, las llantas del vehículo se colocan en una máquina que se llama dinamómetro que simula el ambiente de conducción —similar a la forma en que una bicicleta estacionaria simula una bicicleta normal.
La energía requerida para mover los rollos puede ser ajustada para simular la resistencia del viento, y el peso del vehículo.

En el dinamómetro, un conductor profesional corre el vehículo por una rutina de manejo estandarizada, o dentro de un horario, que simulan los viajes “típicos” en una ciudad o carretera.

Cada horario especifica la velocidad a la que el vehículo debe de ir a cada segundo durante la prueba.
A la derecha: El conductor observa un monitor computarizado que muestra sus estadísticas de manejo comparadas a las del horario.

Midiendo el uso de combustible
Para vehículos que usan combustibles a base de carbón (ejem. gasolina, diesel, gas natural, etc.) una manguera está conectada al escape para recoger los humos del motor durante la prueba.
El carbono del escape se mide para calcular la cantidad de combustible quemado durante la prueba. Esto es más preciso que cuando se usa un aparato de combustible.
Este método no se puede usar para los vehículos que no son de combustible de carbón, como combustible de célula y vehículos eléctricos.
